
La medida es impopular, pero el gobierno Papandreu se juega su credibilidad ante la UE y la FMI, que condicionan la entrega del último tramo del rescate- 8.000 euros- a que Grecia aplique al pie de la letra el plan de austeridad.
Muchos griegos se encuentran en un callejón sin salida, como Vaga Gouigoui:
“ Cuando liquidé mi empresa sabía que no iba a poder encontrar un trabajo de nuevo. Pero no tuve más remedio”
Tras la votación de la nueva tasa, el gobierno griego anunció que los inspectores de la Troika- UE, Banco Central Europeo y FMI- regresarán a Atenas este jueves para evaluar los progresos y, eventualmente, desbloquear la ayuda. Las bolsas también reaccionaron al alza por la confianza en una salida para Grecia
Fuente: euronews.net
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