
“Me siento realmente satisfecho. Ha sido un proceso largo y finalmente lo hemos ganado. No me lo esperaba” decía el familiar de una de las víctimas de Srebrenica.
Los tres civiles asesinados trabajaban para la ONU y los cascos azules holandeses que protegían el enclave tenían, según la Justicia, la obligación de velar por ellos; no así por los otros 8.000 civiles que corrieron la misma suerte.
“Lo peor de todo es que una vez que se produjo la masacre, los soldados holandeses cometieron el peor crimen: el de guardar silencio” opinaba una de las “Madres de Srebrenica”.
La decisión judicial abre la vía a las familias de la víctimas de solicitar indemnizaciones. El Estado holandés, por su parte, no descarta apelar la sentencia.
Fuente: euronews.net
0 comentarios:
Publicar un comentario