
Después de Júpiter, Marte y Neptuno, la Tierra se convierte así en el cuarto planeta del sistema solar que tiene por compañero por lo menos a un asteroide “troyano”.
Ese término designa a los asteroides posicionados en la órbita de un planeta, en uno de los puntos de equilibrio estables denominados puntos de Lagrange.
Acompañan al planeta en su viaje alrededor del Sol, precediéndolo o siguiéndolo, según un ángulo bien definido.
“Como anteceden o siguen constantemente la misma órbita que el planeta, nunca chocan con él”, subrayó la NASA en un comunicado
Fuente: Noticias 24
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